Un trabajo que requería nuevos conocimientos teórico-prácticos fue lo que empujó a dos profesionales con basta experiencia a realizar un posgrado en la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).

En el caso del ingeniero químico José Ignacio Grigolato, su intención al realizar un MBA fue ampliar sus conocimientos en áreas que no había desarrollado en su carrera de grado y estaban más acordes con su trayectoria laboral. “Sabía que el MBA era un muy buen complemento para mi carrera de ingeniería. Seguí la mención de orientación en Negocios por ser más general y estar más acorde a mi perfil”, dijo Grigolato, actual gerente de logística primaria de la Cervecería Santa Fe.

Una situación similar fue la que vivió Cesar Daniel Salomón, formado como contador público, que actualmente está en la etapa final de la Maestría en Administración Pública. “Desde que me gradúe en 1998 tuve intervención en diferentes ámbitos de la administración pública, con lo cual además de dedicarme al ejercicio de mi profesión de forma independiente, tengo un historial por distintas esferas de la administración, en sus distintos niveles (municipal, provincial). Siempre consideré la necesidad de tomar esta maestría como un gran desafío en aras de adquirir mayores conocimientos en la temática especifica”, contó.     

Estas dos propuestas son parte de las ofertas de posgrado de la FCE que tienen abierta su inscripción para el ciclo lectivo 2016. El MBA se dicta en la FCE desde 1999 y tiene Categoría B otorgada por la Coneau. Posee tres menciones: Dirección de Negocios, Finanzas de Empresas y Comercialización Internacional. Por su parte, la Maestría en Administración Pública es una carrera que tiene Categoría “A” otorgada por la Coneau, se dicta desde 1997 y está destinada a profesionales de distintas disciplinas que quieran mejorar cualitativamente la capacidad interpretativa y proyectiva sobre la Administración Pública.

El idioma de los negocios

José Ignacio Grigolato es egresado de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ UNL). Su ejercicio profesional lo llevó al terreno de la gestión y los negocios, un área que para la cual no se había formado con profundidad durante sus estudios universitarios. “Necesitaba ampliar mis conocimientos y abarcar áreas que en mi carrera de grado no había desarrollado y con las cuales estaba teniendo mucha relación en el ámbito laboral. El MBA me permitió hablar un idioma común con otros sectores con los que mi puesto se relaciona”, contó.

Ser egresado de la UNL pesó a la hora de decidir dónde realizar el MBA. “Mi experiencia anterior en esa casa de estudios fue muy gratificante”, dijo. “Además, hacerlo en la UNL me permitía estudiar sin tener que viajar fuera de Santa Fe”.

A pesar de que venía de una disciplina diferente a la de su posgrado, Grigolato dijo que el desafío más grande que tuvo que enfrentar no fueron los contenidos sino la tesis. “A los nuevos estudiantes les recomiendo que tengan en cuenta que es importante terminar la tesis, personalmente considero que es uno de los puntos más desafiantes del posgrado”. Es justamente este paso final el que permite obtener el ansiado título, que como le sucedió a Grigolato, le dio la posibilidad de ampliar la salida laboral y acceder a nuevos puestos.

“Valoro mucho los conocimientos adicionales que la maestría me aportó, que en mi caso fueron muchos, ya que venía de la rama de las ingenierías. Pero además, el título de posgrado permite acceder a puestos laborales, que sin él resultarían restrictivos dado el nivel curricular que se solicita”, dijo, y  recomendó aprovechar cada oportunidad de capacitarse y aprender al máximo.

El valor de la transmisión de experiencias

Cesar Daniel Salomón, actual director del Laboratorio Industrial Farmacéutico SE, realizó una especialización y ahora está completando su primera maestría. “El objetivo en este caso no era la especialización para mejorar la remuneración, sino adquirir herramientas de la administración moderna y desarrollar un pensamiento crítico que me aporte una dimensión de comprensión diferente, de las problemáticas a resolver en la coyuntura y en la planificación estratégica de la organización del futuro y esto fue satisfactorio con creces”.

Entre las ventajas de cursar un posgrado, Salomón destaca que además de prestigiar el nivel profesional, estos estudios permiten entrar en contacto con docentes y colegas que aportan valiosas  experiencias. “Lo más valioso es que de cada materia me quedo con el conocimiento y las herramientas transmitidas por el docente y las experiencias a modo vivencial que cada compañero desde su lugar de trabajo relataba”, dijo. “La conjugación de la clase, el material de estudio, los trabajos y los relatos de las experiencias tienen un valor apreciable, sobre todo en mi caso particular, que desarrollo mi función en una empresa del estado que se empeña día a día por gestionar de manera eficiente y eficaz sin perder de vista el rol social que cumple ante la sociedad”, agregó

Al igual que el caso de Grigolato, la cercanía geográfica con la UNL fue importante a la hora de elegir donde cursar su maestría, pero también peso el nivel académico del posgrado. “Me gusto el hecho de que abarca todos los temas de la administración pública, rescato que tiene muchos módulos cortos que abarquen todas las temáticas”, explicó. “Si bien el cursado de viernes y sábados es a veces agotador, es un desafío personal muy gratificante, sobre todo para quienes desarrollan funciones en la administración pública o quienes tengan un título de grado no relacionado a la administración. Hay que animarse”, concluyó.

 + info

 Maestría en Administración de Empresas

(Tel: +54 (342) 4571180. Interno: 129. 
E-mail: mba@fce.unl.edu.ar

 

Maestría en Administración Pública

Tel: +54 (342) 4571180. Interno: 139
Email: magadpub@fce.unl.edu.ar