Alejandro Naclerio es Doctor en Ciencias Económicas y responsable del “Programa de Fortalecimiento de Sistemas Productivos Locales” de Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional del Ministerio de Industria de la Nación. De visita en Santa Fe se entrevistó con investigadores del Instituto de Investigación Estado, Territorio y Economía de la Facultad de Ciencias Económicas a quienes les comentó distintas experiencias del mencionado programa.

A su criterio, la relación universidad-empresa es clave para fomentar el sistema de producción actual y “es lo que va a permitir el desarrollo de instituciones fuertes para que Argentina se transforme definitivamente en un país industrial”.

—¿De qué se trata el Programa de Fortalecimiento de Sistemas Productivos Locales?
— Trabajamos para promover que se trabaje en grupos de actores productivos para que esto permita generar desarrollo. Los territorios se hacen más fuertes gracias a las capacidades de los individuos, de conexión entre ellos, de generar nuevos procesos, nuevos productos, mejorar los procesos y mejorar los productos. Eso implica desarrollo tecnológico. A través del programa que conduzco tratamos de llevar adelante estas políticas promoviendo la conformación de grupos asociativos en distintas regiones del país. Tenemos justamente 160 grupos en todo el territorio nacional en casi todas las provincias. Hacemos asistencia técnica y económica

—¿Cuál es la situación de la provincia de Santa Fe?
—En Santa Fe tenemos 20 proyectos en diferentes lugares de la provincia, desde el norte hasta el sur, y de una gran variedad como maquinaria agrícola, chacinados, muebles, biodigestores, software, agroalimentos, entre otros. Santa fe es una provincia bastante importante en el tema de desarrollo de clusters. El de maquinaria agrícola es un sector muy interesante porque permite la complementariedad de varios actores. Mejorar las máquinas es una cuestión indispensable para poder competir en el mundo. El tema es armar un sistema de producción que me permita mejorar constantemente el sistema productivo.

—¿Qué ventajas tienen los diferentes actores sociales al trabajar de esta manera?
—Cuando acceden al programa los actores comienzan a trabajar coordinadamente para alcanzar un objetivo. Diferentes empresas o productores son coordinados por una persona que cumple el rol de gerenciar ese grupo y sigue adelante un cronograma de actividades que tiene un objetivo. Es el encargado de llevar adelante la lógica colectiva en cuanto al funcionamiento del grupo. Es decir que coordina qué planes de negocio van a desarrollar, cómo se van a conectar y vincular las empresas que intervienen y cómo llevarán adelante las diferentes tareas cotidianas.

—¿Cuál es la importancia del trabajo del Estado con el sector privado y a su vez relacionado con el sector académico?
—Esta es una de las cuestiones que hay que construir a paso firme. Porque muchas veces se ve a la Universidad como una isla. La herencia a partir de los ´90 era que el sector académico, y el científico en particular, no debía meterse en cuestiones productivas, y solamente el egresado de la Universidad podía ir a una empresa a trabajar. Antes no había tenido ninguna relación. Mientras tanto, en todos los países desarrollados la relación universidad-empresa es clave para fomentar el sistema de producción y el sistema industrial del país. Si antes, durante los ´90, a los científicos se los mandaba a lavar los platos, hoy el conocimiento que proviene de las Universidades es clave para llevar adelante el modelo productivo actual. Me parece que hacer política productiva es el acto fundacional de la Nación. Esto va a permitir el desarrollo de instituciones fuertes para que Argentina se transforme definitivamente en un país industrial.